BEATO PEDRO DONDERS

BEATO PEDRO DONDERS

Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pedro 4, 7b-11
Queridos hermanos:
Sed moderados y sobrios para poder orar. Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados.
Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin protestar. Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios. El que toma la palabra, que hable Palabra de Dios. El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, Señor nuestro.
Palabra de Dios.
 
Salmo 130, 1.2.3
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superen mi capacidad.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.

 Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos: y él se puso a hablar enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque se llamarán “los hijos de Dios”.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Palabra del Señor

ORACIÓN
Oh Dios,
que en el Beato Pedro Donders, Presbítero,
mostraste maravillosamente
tu misericordia con los leprosos;
concédenos, por su ejemplo e intercesión,
que, practicando las obras de misericordia
con nuestros hermanos más necesitados,
acertemos a servirte en ellos.
Por nuestro Señor Jesucristo.

 

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