1 marzo 2014

1 marzo 2014

CANTO: Déjame oír tu voz.
 
1ª LECTURA: Santiago 5, 13-20
Queridos hermanos:
¿Sufre alguno de vosotros? Rece. ¿Está alegre alguno? Cante cánticos. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis.
Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina, sabed que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.
Palabra de Dios
 
SALMO: Sal 140, 1-2. 3 y 8
ANTÍFONA: Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.

Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso.
ANTÍFONA: Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor.
 
EVANGELIO: San Marcos 10, 13-16
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
-«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor
 
ORAR CON LOS SANTOS: 
Virgen Santísima Inmaculada y Madre mía María: a ti, que eres la Madre de mi Señor, la Reina del mundo, la abogada, la esperanza, el refugio de los pecadores, acudo en este día. Te venero, ¡oh gran Reina!, y te doy las gracias por todos los favores que hasta ahora me has hecho. Te amo, Señora amable, y por el amor que te tengo prometo servirte siempre y hacer cuanto pueda para que también seas amada de los demás. Pongo en tus manos toda mi esperanza, toda mi salvación; admíteme por siervo tuyo, y acógeme bajo tu manto, tú, ¡oh Madre de misericordia! Y ya que eres tan poderosa ante Dios, líbrame de todas las tentaciones. . (San Alfonso Mª de Ligorio)
 
SANTOS DEL DÍA:
Rosendo, Herculano, Albino, Suitberto, David, obispos; León, Felipe, Gervasio, Donato, Nicéforo, Amancio, Abundancio, Antonina, Hermetes, Adriano, Eudocia, Ciriaca, Exiquio, Casto, mártires; Félix II, papa; Leoncia, virgen; Siviardo, abad; Inés Cao Guiying, viuda mártir de China.

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