12 Dic 13 diciembre 2018
REZAR EN ADVIENTO
Canto: Cantad al Señor.
1ª LECTURA: Isaías 41, 13-20
Yo, el Señor, tu Dios, te tomo por tu diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».
No temas, gusanillo de Jacob, oruga de Israel, yo mismo te auxilio -oráculo del Señor-. tu libertador es el Santo de Israel.
Mira, te convierto en trillo nuevo, aguzado, de doble filo: trillarás los montes hasta molerlos; reducirás a paja las colinas; los aventarás, y el viento se los llevará, el vendaval los dispersará.
Pero tú te alegrarás en el Señor, te gloriarás en el Santo de Israel.
Los pobres y los indigentes buscan agua, y no la encuentran; su lengua está reseca de sed.
Yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré brotar ríos en cumbres desoladas; en medio de los valles, manantiales; transformaré el desierto en marisma y el yermo en fuentes de agua.
Pondré en el desierto cedros, acacias, mirtos y olivares; plantaré en la estepa cipreses, junto con olmos y alerces, para que vean y sepan, reflexionen y aprendan de una vez, que la mano del Señor lo ha hecho, que el Santo de Israel lo ha creado.
Palabra de Dios.
SALMO 144
ANTÍFONA: El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.
ANTÍFONA: El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
LECTURA DEL EVANGELIO: Mt 11, 11-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista, hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos que oiga».
Palabra del Señor.
PETICIONES:
Te pedimos por nuestra familia Redentorista para que seamos signos de esperanza y amor.
Te pedimos por todos los que sufren a causa de la enfermedad, el desempleo, la pobreza para que encuentren fortaleza en Ti y en la mano extendida de los hermanos.
Te pedimos por quienes siembran esperanza y ánimo en el mundo, para que no fracasen en su misión y vean recompensados sus esfuerzos.
Te pedimos por los que viven sin esperanza; por los que practican la violencia, el odio, el desprecio a la vida, para que el Señor mueva sus corazones y puedan salir de esa oscuridad.
PADRE NUESTRO.
AVE MARÍA.
HAZTE PEQUEÑO no busques hoy protagonismo, profundiza en lo sencillo.
ORACIÓN FINAL. (San Alfonso)
Hazme saber, Señor, qué es lo que de mí deseas,
que estoy dispuesto a hacerlo todo.
Te doy mi voluntad.
Ya nada quiero fuera de lo que Tú desees.
¿Qué don del cielo puedo apetecer,
ni qué felicidad de la tierra
disfrutar, fuera de Ti, Dios mío?
Tómame por entero.
Eres mi única herencia, el absoluto dueño de mi vida.
Dispón de mí como mejor te agrade.
Acéptame por tu pasión,
aduéñate de mí, Señor, y dime:
¿Qué deseas que haga?