15 junio 2013

15 junio 2013

1ª LECTURA: 2 Corintios 5, 14-21
Hermanos:
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron.
Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.
Por tanto, no valoramos a nadie según la carne.
Si alguna vez juzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no.
El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación.
Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo -, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.
Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio.
En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Al que no habla pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.
Palabra de Dios.
 
SALMO: Sal 102, 1-2. 3-4. 8-9. 11-12
ANTÍFONA: El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
ANTÍFONA: El Señor es compasivo y misericordioso.
 
EVANGELIO: San Mateo 5, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor». Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir «sí» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»
Palabra del Señor
 
 ORAR CON LOS SANTOS: 
Viniste para llamar al pecador, y  yo no soy precisamente un justo; a curar al enfermo, y yo tengo necesidad de médico; a buscar al que se había perdido, y yo camino errante.  Oh Señor, refugio de los pobres, ¿cómo voy a temerte? Sólo temo a mi debilidad, pero esta pobreza mía me aproxima a Ti que te hiciste cercano como un niño. (San Alfonso Mª de Ligorio)
 
SANTOS DEL DÍA:
María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen y fundadora; Vito (Guy), Modesto, Crescencia, Esiquio, Dulas, Benilde, Livia (Olivia), Leónida, Eutropia, Felipe, Zenón, Narseo, mártires; Germana de Pibrac, virgen; Landelino, abad; beata Yolanda (Elena); Alberico, Abraham, confesor; Bernardo de Menthon, presbítero patrono de los montañeros y alpinistas.

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