26 Nov ¡Levantaos!
Lectura del libro de Jeremías (33,14-16):
Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: Señor-nuestra-Justicia.
R/. A ti, Señor, levanto mi alma
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas,
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres
mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad,
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía con sus fieles
y les da conocer su alianza. R/.
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente; para que, cuando Jesús nuestro Señor vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro padre. Para terminar, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: habéis aprendido de nosotros como proceder para agradar a Dios: pues proceded así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos en nombre del Señor Jesús.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad, ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros temblarán. Entonces, verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.»
 ano… sino un “amor que fortalece internamente”. Un amor que “hace por dentro” a las personas, que las cuece y deja un poso en ellas. Todos conocemos lo que el amor supone: comprensión, paciencia, ayuda, perdón sincero, disculpa, confianza… nos toca conjugar esos verbos en primera persona para hacer este camino que “hace fuertes internamente” que no cede al capricho ni al desplante egoísta.
ano… sino un “amor que fortalece internamente”. Un amor que “hace por dentro” a las personas, que las cuece y deja un poso en ellas. Todos conocemos lo que el amor supone: comprensión, paciencia, ayuda, perdón sincero, disculpa, confianza… nos toca conjugar esos verbos en primera persona para hacer este camino que “hace fuertes internamente” que no cede al capricho ni al desplante egoísta. 
 			  
 			  
 					