Amanece, que es mucho

Amanece, que es mucho

Luis Alberto Gonzalo recoge en ‘Amanece, que es mucho. Normalidad y profecía de la vida consagrada en el siglo XXI’ reflexiones sobre la vida consagrada en el siglo XXI. “Lo importante es que amanece”, asegura su autor. “Así anunciamos que amanece un nuevo estilo, una nueva forma de ser y servir en el corazón de la Iglesia. Amanece con el ritmo y la lectura del tiempo que hace Dios. Saber leer, esperar y agilizar a impulsos del Espíritu es la urgencia que sienten quienes son llamados a crear y compartir Reino”.

En palabras de Gonzalo, “la perspectiva que necesita la vida consagrada ha de lograrse desde la distancia de las seguridades por nosotros creadas. No son posibles para nuestro presente ni nuestras obras, ni los estilos que generamos en el siglo XXI En un futuro próximo, el Espíritu nos pide gestos inéditos, nunca sospechados por la tradición porque en ella no están. Los cuerpos de las congregaciones, órdenes y sociedades de vida apostólica serán mucho más pequeños, significando la gratuidad del Reino entre hermanos y hermanas de la gran familia humana”.

Según el autor, “este siglo XXI nos va dejando indicadores, signos y rutas que hay que aprender a leer para llegar a otra tierra para la vida consagrada”. Gonzalo insiste en su obra en que “se trata de una salida sin retorno a otra cultura -de la hospitalidad y acogida-, otra espiritualidad    -de la totalidad y sorpresa-, otra identidad -de la claridad y creatividad- y otra pobreza -o la presencia entre los débiles, con una opción clara para hacerlos fuertes-.