Crónica – Beatificación Mártires Redentoristas

Crónica – Beatificación Mártires Redentoristas

Tarragona fue una gran fiesta de fe el fin de semana del 12 y 13 de octubre. Un numeroso grupo de religiosos y laicos inició su peregrinación a Tarragona visitando el Pilar de Zaragoza el día de su fiesta, acogidos por la comunidad redentorista de esa ciudad. Con la celebración de las Vísperas, la catedral de Tarragona dio comienzo a los actos organizados para celebrar la beatificación del Año dela   Fe.Lanoche del 12 de octubre, los peregrinos asistieron a la representación dela PassioFructuosi, el martirio de San Fructuoso, obispo, y sus dos diáconos Eulogio y Augurio, en el Tarraco Arena. Una obra basada en las actas martiriales de los primeros mártires cristianos documentados enla PenínsulaIbérica.

La mañana radiante del domingo 13 tuvo lugar la solemne ceremonia de beatificación en el complejo educativo de Tarragona. Unas 25.000 personas, familiares de sangre y religión, asistieron a la proclamación como beatos de 522 cristianos españoles, entre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, que sufrieron persecución y martirio en la persecución religiosa del siglo XX.La Eucaristíacomenzó acogiendo el mensaje del Papa Francisco, en el que el Papa definió a los mártires como “cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús ala Cruz”. A continuación fueron enumeradas las diferentes causas y una procesión de religiosos y laicos, portando palmas en las manos, acompañaron las reliquias de los nuevos beatos, portadas por cuatro diáconos. En la homilía, el cardenal Ángelo Amato definió a los mártires como “profetas desarmados de la caridad de Cristo” y destacó que “son todos víctimas inocentes que soportaron cárceles, torturas, procesos injustos, humillaciones y suplicios indescriptibles. Es un ejército inmenso de bautizados que, con el vestido blanco de la caridad, siguieron a Cristo hasta el Calvario para resucitar con Él en la gloria dela Jerusaléncelestial”. También puso de manifiesto que era la ceremonia de beatificación más grande celebrada en nuestro país. Sus palabras quisieron transmitir la verdadera índole del testimonio de estos hermanos nuestros: “los mártires no fueron caídos de la guerra civil, sino víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado dela Iglesia. Estoshermanos y hermanas nuestros no eran combatientes, no tenían armas, no se encontraban en el frente, no apoyaban a ningún partido, no eran provocadores. Eran hombres y mujeres pacíficos. Fueron matados por odio a la fe, solo porque eran católicos, porque eran sacerdotes, porque eran seminaristas, porque eran religiosos, porque eran religiosas, porque creían en Dios, porque tenían a Jesús como único tesoro, más querido que la propia vida. No odiaban a nadie, amaban a todos, hacían el bien a todos. Su apostolado era la catequesis en las parroquias, la enseñanza en las escuelas, el cuidado de los enfermos, la caridad con los pobres, la asistencia a los ancianos y a los marginados. A la atrocidad de los perseguidores, no respondieron con la rebelión o con las armas, sino con la mansedumbre de los fuertes”.

El gran tapiz que decoraba el lugar de la celebración tenía tres motivos destacados: el tapiz central con el logo oficial y la referencia a los mártires de ayer y de hoy a ambos lados. De fondo, el anfiteatro de Tarragona, lugar del martirio de Fructuoso, Eulogio y Augurio, cuyas imágenes enmarcaban la foto central, a un lado, mientras al otro se podían ver a tres santos martirizados en el siglo XX, Pedro Poveda, Inocencio Canoura y Jaume Hilari. En el tapiz central, la cruz y la palma sobre las fotos de los 522 mártires.

La beatificación de estos seis redentoristas tiene varias curiosidades a destacar. En orden histórico, estos son los primeros mártires de la Congregacióndel Santísimo Redentor. De hecho, el mismo beato Julián Pozo manifestó unos días antes de su muerte que entre los Redentoristas no había mártires aún. El beato Victoriano Calvo se convierte en el segundo hermano coadjutor redentorista que sube a los altares, después de san Gerardo. Por último la beatificación tiene lugar dentro del Año de la promoción de la vocación redentorista en todo el mundo, por lo que a ellos encomendamos especialmente este deseo de compartir con más personas el carisma de la abundante Redención de Jesucristo.

Laureano del Otero

CSsR