Cuentos intemporales

Cuentos intemporales

“Era yo niño en la edad y en el tiempo. Aún no conocía los avatares de la vida, ni de la historia. No podía leer ni prever el futuro, porque carecía de un pasado; o mejor dicho, no. El pasado mío era mi abuelo, aquel hombre sabio eternizado en esa veta de serenidad y cordura que distingue a los hombres que saben anclarse en el presente visual y permanentemente que la vida ofrece, en principio a todos, y que sólo unos pocos aceptan. Lo veo aún sentado en lo más alto del acantilado, contemplando el mar inmenso, las olas siempre activas, cambiantes, de colores irisados, fascinantes.

-Jamás verás dos olas iguales. El mar es como la eternidad: eterna, hijo, eterna, pero nunca quieta. Nada hay que sea estático. Sólo los dioses griegos y los burgueses son estáticos.

Por más que le escuchaba boquiabierto, poco le entendía.

-Es cuestión de acoplar nuestra mente, siempre en ebullición creadora, con la vida que reverbera en todas y cada una de las cosas.

-Abuelo, entonces, las olas, el agua, el viento… ¿también tienen vida?, ¿lo mismo que los pececitos, o que las gaviotas?

-Lo mismo, hijo, lo mismo.

Yo me quedaba callado, luego me ponía a cortar las pequeñas margaritas y malvas que crecían en la explanada encima del acantilado; cuando reunía un puñadito las acariciaba, y hasta les hablaba con mimo en una especie de monólogo compartido; porque las flores, como los niños, tampoco son mudas. Y nos poníamos a jugar. Era yo el niño más feliz. Luego les iba arrancando los pequeños pétalos a las margaritas; creo que se reían, seguro que se reían, porque también a mí me entraba la risa entre la cháchara que manteníamos. De pronto, las flores y yo nos quedábamos callados…”.

Así comienza uno de los cuentos del libro ‘Cuentos intemporales’, publicado en nuestra editorial Perpetuo Socorro. La publicación recoge 8 cuentos intemporales y “un racimo de 26 poemas a la intemperie escritos al relente de los días”, según destaca su autor, Juan Manuel del Río.

-Cuentos:

Abraham el nómada

El abuelo

El olivo de la paz

El tren, parábola imperfecta

Enviado especial al Aconcagua

La cueva de Adán

Los espías de Jericó

Sueños tertulianos

-Poemas:

Agua de la montaña

Barquito de vela

Belén de mi infancia

Camino de Belén

Dejadme pintar la noche

Déjame oh Dios

El árbol seco

Estrellas del trópico

Hombre a la intemperie

Hombre tangencial

Hoy quiero hablarte

Juventud

La flor de la ermita

Mi casa

Mi poema es la vida

Paisaje navideño

Playa sola

Plegaria

Poema sin letra

Salvo del afligido

Salmo del amanecer

Salmo para la hora undécima

Sueño de nieve

Tarde de toros

Todo es amor

Verano, tú

 

Si estás interesad@ en esta publicación o en cualquier otro libro, no dudes en consultarnos.