Dos obras colectivas con aportación redentorista

Dos obras colectivas con aportación redentorista

 

En 2018 ya se presentía cercano un Proyecto de Ley sobre la Eutanasia en España. Por ello, la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas planteó la oportunidad de una nueva obra colectiva en la que desde la fe cristiana se ilumine cómo nuestros principales santos afrontaron y vivieron la enfermedad, que en muchos casos se convierte en un auténtico camino espiritual. Como señala el profesor Javier de la Torre: “La relación con el dolor desvela quiénes somos en lo hondo. Estas páginas pretenden ofrecer una reflexión rigurosa y actualizada de la vivencia y el pensamiento sobre la enfermedad de santos importantes de la tradición católica”.

Para materializar la obra se pidió colaboración a profesores y religiosos de las distintas congregaciones, por la parte redentorista a Víctor Chacón. Así fue como vio la luz en junio de 2019 la obra “Los santos y la enfermedad” en la editorial PPC, Javier de la Torre (coord.). En esta primera obra se recogieron solo las figuras de los grandes santos y fundadores: San Basilio, San Agustín, San Benito, San Francisco de Asís, Santa Clara, Santo Domingo Guzmán, Santo Tomás de Aquino, San Ignacio de Loyola, San Juan de Dios, Santa Teresa y San Juan de la Cruz, San Camilo y San Alfonso.

Vista la buena acogida de la primera obra y sabiendo que habían quedado fuera otras tantas figuras cristianas reseñables en este campo se planteó una segunda obra: “Los santos del s. XX y la enfermedad”. Esta obra fue publicada el pasado 27 de enero de 2022. El repertorio de figuras es mayor que el del anterior volumen: Sofía Barat, San Antonio Mª Claret, Damián de Molokai, San Benito Menni, Josefina Bahkita, Santa Teresa de Lisieux…, Teresa de Calcuta, San Rafael Arnáiz, San Juan Pablo II, Arrupe y Bernhard Häring. Estos dos últimos son los únicos de la larga lista que no están canonizados, pero por su experiencia vital, su enfermedad y la importancia que tuvieron no se les ha querido dejar fuera del elenco del s. XX.

El padre Häring tiene una vida larga y fecunda. Luchó contra la enfermedad en gran parte de ella. Y los testimonios que se conservan son valiosos y merecen ser leídos y contados de nuevo. Agradezco a los misioneros redentoristas que han hecho posible esta colaboración con su testimonio o su ayuda.

Víctor Chacón, CSsR