En la escuela de la lectio divina

En la escuela de la lectio divina

¿Quién es Jesús? Esta es la pregunta que resonaba en el corazón de la primera comunidad cristiana, tras la muerte y resurrección del Maestro de Nazaret. Era imposible volver a las redes y a la pesca como si nada hubiera pasado. La comunidad de Jesús estaba conmocionada por lo vivido, y de la misma manera surgía este deseo de rememorar, para dar respuesta a sus interrogantes.

“En la escuela de la lectio divina: de Jesús a los Padres”, de Pilar Avellaneda es un libro de la editorial Perpetuo Socorro, de la colección Biblia, de reciente publicación.

Después de XXI siglos de historia, esta pregunta primera -asegura Avellaneda- suscita en mí otras para avanzar en el camino de la fe: ¿Cómo se acercaba Jesús a la Escritura Santa de su pueblo? ¿Cómo era su orar la Biblia? ¿Cómo fue su praxis judía de lectio divina? Y en mi ir dando respuesta a estas cuestiones, han ido surgiendo estas páginas que espero nos ayuden a amar los textos bíblicos que Jesús amó, y los textos que nos hablan de Él y su enseñanza.

Jesús es un hijo de Israel. Se encarna en la historia y las costumbres de un pueblo concreto, que hunde sus raíces en el Antiguo Testamento. Pongamos un ejemplo que nos ayude a verlo: Josué y Jesús en el Jordán. Nos encontramos en el inicio de la vida pública de Jesús, relatada en los cuatro Evangelios. Comienza junto al Jordán, el río donde Juan bautizaba. ¿Por qué este escenario? Para quien ha leído el Pentateuco, la respuesta es clara: Moisés ha llegado hasta el Jordán con el pueblo, y ha muerto sin haber podido cruzarlo.

Cuando Jesús aparece en los Evangelios, su misión es similar a la de Josué. Anuncia la venida del “Reino”, el momento en que Israel podrá finalmente tomar posesión de la tierra.

Cada día, cuando nos ponemos delante de la Biblia para orar, y hacer nuestra lectio divina, tenemos ante nosotros nuestra tierra prometida. Lo primero es explorar la tierra, antes de entrar y poseerla, guardando en el corazón la promesa de Dios a Josué: “Os voy a dar toda la tierra en la que pongáis la planta de vuestros pies y después, hay que atarse a ella”.

ALMA DE NIÑO

Para dar estos pasos necesitamos un alma de niño que se deje conducir en un aprendizaje asiduo, y siempre renovado, a través de toda la Escritura Santa. Es imprescindible tener “sed vital” de saber quién es Jesús, como el infante que necesita leche materna.

La obra de Avellaneda consta de los siguientes capítulos: La Palabra, sostén en el destierro; Una lectio primordial en Jerusalén; Jesús, el hijo del mandamiento; La casa del libro y la casa de la investigación; El derásh judío, raíz de nuestra lectio divina; Adán y Jesús, un jardín y un desierto; Una catedral del espíritu en la montaña con Jesús; El misterio de la intuición de Zaqueo; La lectio divina de San Juan, plasmada en su Evangelio; Caminar en la amistad con Dios, al paso de los Padres;  Las escuelas o didaskalión, caminar con los Padres; El tesoro de la lectio divina en el odre de los monjes; Mi lectio divina hoy, los contrahilos del telar de la vida, y Una casa con puertas y ventanas abiertas.

En palabras de la autora del libro, “La herencia apostólica la reciben los Padres como el tesoro más preciado a custodiar. Esta herencia va a ir configurando el rostro espiritual de las comunidades cristianas de los orígenes, rostro que se nos describe en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Son cuatro las columnas que marcan este rostro comunitario primitivo: la enseñanza, la comunión fraterna, la fracción del pan y las oraciones”.

Mª Pilar Avellaneda es monja cisterciense de la Congregación Cisterciense de San Bernardo, natural de Melilla, psicóloga y biblista, profesora de Sagrada Escritura y Psicología dentro del ámbito de las comunidades monásticas. Ha escrito numerosos artículos en diferentes revistas religiosas y es asesora monástica del Plan de Formación para la Vida Contemplativa “Sapientia Amoris” y autora de diferentes estudios bíblicos como “El tesoro escondido en la Escritura” (2011) y “La humildad: vivir bajo la mirada de Dios” (2016).  En la editorial Perpetuo Socorro ha publicado también “De la claridad del Shabbat a la luz de la Pascua”, 2020.