05 May Encuentro de párrocos y rectores de santuarios
Trece de los quince párrocos y rectores de santuarios de la Provincia se reunieron los pasados 18 y 19 de abril en los salones parroquiales de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Madrid. Fueron convocados por el secretario de Evangelización y comenzaron a las 17 horas con una oración guiada por el P. Juan Carlos Arias. “Así se inició una sencilla pero intensa jornada y media de trabajo y reflexión sobre cómo llevamos a cabo nuestra labor misionera en comunidades”, aseguró Carlos A. Galán Moreu, CSsR, al Centro de Comunicación Redentorista.
“El trabajo de la primera tarde consistió en realizar un análisis previo de la situación de nuestras parroquias y santuarios. Nos sirvió como herramienta el método DAFO, a través del cual pudimos poner nombre a las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de nuestro trabajo pastoral y de nuestras comunidades”, subrayó Carlos A. Galán Moreu. Al concluir la sesión de trabajo, los participantes cenaron y salieron a dar un paseo por los lugares de la fundación de la congregación en Madrid. Les guió el P. Antonio M. Quesada.
El segundo día de trabajo, el 19 de abril, comenzaron poniéndolo todo en manos del Señor y la oración fue guiada por el P. Jorge Ambel. A continuación, Ana Fernández ofreció una conferencia sobre ‘¿Cómo dinamizar los Consejos Pastorales a la luz del Sínodo?’, así como unas preguntas para poder trabajar en pequeños grupos.
Después de la comida, los misioneros redentoristas retomaron el trabajo con la ponencia ‘Propuesta para desarrollar una parroquia hacia la Misión’, impartida por Sergio Cardona, quien también les facilitó unas preguntas para trabajar posteriormente en grupo y animó al posterior diálogo entre los participantes.
Con la celebración de la Eucaristía, presidida por el P. Juan Carlos Arias, concluyó el encuentro que todos los participantes valoraron como necesario después de la pandemia, En palabras de Carlos A. Galán Moreu, “lo realmente valioso del encuentro fue la sencillez del mismo”. En su opinión, “tanto el trabajo en pequeños grupos, como las conversaciones en los descansos y durante el paseo, nos regalaron la oportunidad de escucharnos mutuamente y fortalecer nuestros lazos de comunión y nuestra conciencia de que somos una auténtica comunidad apostólica, a pesar de que estos dos años de pandemia hayamos estado algo más aislados”.