¡Feliz Pascua de Resurrección!

¡Feliz Pascua de Resurrección!

¡Feliz Pascua de Resurrección!

A TODA LA FAMILIA REDENTORISTA Y A TODOS LOS LECTORES DE NER  ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

“Este es el día en que actuó el Señor”

Este salmo, que los judíos cantaban en ocasiones muy solemnes, nosotros lo tenemos como el Salmo de la Pascua de Jesús y lo cantaremos a lo largo de todo el tiempo pascual. La Pascua es el día de Jesús y el día de toda la Iglesia.

Un año más escucharemos las palabras de Pedro en casa del centurión romano, el mismo día de su bautizo:

“A Jesús de Nazaret… que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal… lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó y nos lo hizo ver a los testigos, que él había designado”.

Estas palabras son el núcleo esencial del Evangelio. Por eso la Pascua, es el paso de la muerte a la vida, el triunfo de la vida sobre la muerte.

Jesús dijo cosas muy bonitas, originales, de una gran belleza, llenas de esperanza, difíciles de llevar a la práctica en un mundo de valores tan contrarios. Lo mataron. Si todo hubiese terminado ahí, sería una buena filosofía. Pero lo que hace que el amor y el perdón y el mensaje de las Bienaventuranzas… que Él predicó y vivió sean vida y anuncio futuro, es la Resurrección. Su verdad está garantizada por su triunfo sobre la muerte.

Este año es san Mateo el que nos cuenta la Resurrección y cuida mucho los detalles, para que la fe nos ilumine:

  • El día y las personas que fueron testigos. “Pasado el sábado en la alborada del Domingo”. Iban de prisa, con una ternura total a mimar un cadáver y se encontraron con la sospresa.
  • El acontecimiento. “Y de pronto tembló fuertemente la tierra y el ángel del Señor… corrió la piedra”. Nadie lo pudo ver. Pero Mateo, que ya había contado con signos parecidos la muerte, recurre a estas imágenes para pintar toda la trascendencia del momento.
  • Distintas actitudes. “Los centinelas temblaron de miedo… El ángel dijo a las mujeres: vosotras no temáis buscáis a Jesús el crucificado”. Es el gran contraste. Las mujeres, “impresionadas y llenas de alegría”, sólo tenían motivos de alegría y gozo.
  • La Noticia. “No está aquí, ¡Ha resucitado!”. Es el anuncio que ha cambiado la vida de todos los creyentes y seguidores de Jesús.
  • El Encargo. “Id a prisa, a decir a sus discípulos…” Ahí empieza la evangelización. Nosotros, como familia redentorista, somos un eslabón más para que corra la Noticia. También tenemos que ir de prisa, con la vida y la palabra, como nos ha recordado el último Capítulo General, que Cristo sigue vivo. Nuestra razón de ser es la Misión.

Todos hemos vivido estos días tan señalados de la Semana Santa en nuestra parroquia, colaborando con otros sacerdotes en pueblos pequeños de nuestra geografía, en Pascuas juveniles, vocacionales, en campos de trabajo solidario o siguiendo postrados en el dolor de la cruz de la enfermedad… Todos hemos intentado vivir y saborear lo que implica esta fiesta cristiana de la Resurrección en nuestra propia vida consagrada, sacerdotal o laical.

Felicitemos a María, la Virgen de la Alegría y de la Esperanza.

Mi felicitación más sincera en estas fiestas de Pascua a todos vosotros que a formáis esta familia redentorista.

José Luis Bartolomé