22 Oct Oración 23 octubre 2017
CANTO: Sólo Dios basta.
1ª LECTURA: Romanos 4, 20-25
Hermanos:
Abrahán, ante la promesa divina no cedió a la incredulidad, sino que se fortaleció en la fe, dando gloria a Dios, pues estaba persuadido de que Dios es capaz de hacer lo que promete; por lo cual le fue contado como justicia.
Pero que “le fue contado” no está escrito solo por él; también está escrito por nosotros, a quienes se nos contará: nosotros los que creemos en el que resucitó de entre los muertos a Jesucristo nuestro Señor Jesús, el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación.
Palabra de Dios.
SALMO: Lc 1, 69-70. 71-72. 73-75
ANTÍFONA: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza.
Y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán
para concedernos
que, libres de temor, arrancados de la mano
de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
ANTÍFONA: Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
EVANGELIO: San Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo:
«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha.
Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”.
Y se dijo:
“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
Pero Dios le dijo:
“Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”
Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».
Palabra del Señor.
ORAR CON LOS SANTOS:
¡Oh Padre del Cielo! Apoyado en los méritos de Jesús y en su promesa, yo no te pido bienes de la tierra sino que me concedas tu gracia. Es verdad que mis pecados no merecen ni tu perdón ni tu gracia, pero sí lo merecen la sangre y la vida de tu Hijo ofrecida por mí. Por amor a tu Hijo, perdóname. Concédeme un gran dolor de mis pecados y un inmenso amor por ti. Ilumíname y hazme conocer la grandeza de tu bondad y del amor que siempre me has tenido. Hazme entender tu voluntad y dame fuerza para seguirla perfectamente. Señor, te amo y sólo quiero hacer aquello que tú deseas. (San Alfonso Mª de Ligorio)
SANTOS DEL DÍA:
Juan de Capistrano, Teodoreto, presbíteros; Servando, Germán, Giraldo, Graciano, Teodoro, Sócrates, Teodoto, mártires; Ignacio, patriarca; Juan, Román, Vero, obispos; Benito, Severino, confesores; Bertario, abad; Sira, abadesa; Oda (Odette), viuda; Domicio, Juan el Bueno, eremitas.