ORACIÓN DEL DÍA

ORACIÓN DEL DÍA

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. DÍA 7

 

Conversión: Cambiar nuestros corazones y nuestras mentes

 

CANTO: Crea en mí, oh Dios.
 
Hechos 28, 3-6
«Pablo había recogido también una brazada de leña; al arrojarla a la hoguera, una víbora, huyendo de las llamas, hizo presa en su mano. Cuando los isleños vieron al reptil colgando de la mano de Pablo, se dijeron unos a otros: “Este hombre es realmente un asesino; aunque se ha librado de la tempestad, la justicia divina no permite que viva”. Pablo, sin embargo, se sacudió el reptil arrojándolo al fuego y no experimentó daño alguno. Esperaban los isleños que se hinchara o que cayera muerto de repente. Pero, después de un largo rato sin que nada le aconteciese, cambiaron de opinión y exclamaron: “¡Es un dios!”».
 
Salmo 119, 137-144
ANTÍFONA: Justo eres tú, Señor, recto es tu mandamiento.
Justo eres tú, Señor,
recto es tu mandamiento.
Has prescrito preceptos justos,
sumamente estables.
Me consumo de celo
porque mis enemigos olvidan tus palabras.
Tu promesa es acrisolada y tu siervo la ama.
Soy pequeño y despreciado,
pero no olvido tus decretos.
Tu justicia es justa por siempre,
tu voluntad es auténtica.
Me asaltan angustias y aprietos;
tus mandatos son mi delicia.
Tus preceptos son justos por siempre;
instrúyeme y viviré.
ANTÍFONA: Justo eres tú, Señor, recto es tu mandamiento.
 
Mateo 18, 1-6
En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
«En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.
Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar».
 
Reflexión
Los isleños se dieron cuenta de que se habían equivocado al juzgar a Pablo como asesino y cambiaron su forma de pensar. El hecho extraordinario de la víbora hizo posible que los isleños vieran las cosas de un modo nuevo, un modo que quizás podía prepararlos para escuchar el mensaje de Cristo a través de Pablo. En nuestra búsqueda de la unidad de los cristianos y de la reconciliación, con frecuencia se nos desafía a repensar nuestro modo de percibir las demás tradiciones y culturas. Esto exige una conversión continua a Cristo a través de la cual las Iglesias aprenden a superar su percepción del otro como una amenaza. Como consecuencia de ello, nuestra imagen negativa de los demás se desechará y seremos conducidos más cerca de la unidad.
 
Oración
Dios todopoderoso,
nos volvemos hacia ti con corazones arrepentidos.
En nuestra búsqueda sincera de tu verdad,
purifícanos de nuestras opiniones injustas de los otros
y lleva a las Iglesias a crecer en la comunión.
Ayúdanos a abandonar nuestros miedos,
para que podamos comprendernos mejor unos a otros
y al extranjero que está en medio de nosotros.
Pedimos esto en el nombre del único Justo,
tu Hijo amado, Jesucristo. Amén.

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