27 Jul Religiosidad y Misión Popular
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Del 2 al 6 de julio, organizado por el Cesplam, se celebró en El Espino el XVI Encuentro Misionero en el que cada año se congregan sacerdotes y laicos que han vivido la experiencia de la Misión Popular en sus comunidades o que la van a vivir en los próximos meses.
Más de 50 personas venidas de diferentes provincias: Granada, Jaén, Cádiz, Sevilla, Badajoz, Murcia, Ciudad Real, León, Salamanca y Valencia, pudimos acercarnos, e incluso, en muchos casos, “reconciliarnos” con el mundo de las Hermandades y Cofradías. Para muchos de nosotros fue un descubrimiento ver el fondo y la fe que hay detrás de toda la religiosidad que vemos y celebramos en nuestras comunidades. También pudimos compartir nuestras devociones y fiestas patronales, e incluso los himnos que recogen la fe del pueblo sencillo al que pertenecemos.
Las ponencias corrieron a cargo de D. Eloy Bueno, catedrático en Misionología en Burgos, quien expuso la base y fundamento del fenómeno religioso, y nos acercó a la propuesta pastoral recogida en los documentos del magisterio, especialmente en los del Papa Francisco. La parte más testimonial y experiencial, fue expuesta por D. Ángel Moreno, Delegado Diocesano de Ciudad Real para las Hermandades y amigo de la Misión desde que fuera vicario parroquial en Campo de Criptana cuando tuvo lugar la Misión Popular.
Diferentes expresiones artísticas como la pintura, la escultura o la arquitectura, nos ayudaron a hacer la oración de la mañana, aprovechando el arte y su capacidad de catequizar y transmitir la fe de una manera directa y visual. En esta misma sintonía Damián Mª, nos animó una noche y nos ayudó a entender cómo la música nos acerca a Dios y posibilita la expresión comunitaria de nuestra fe. Las Eucaristías fueron vividas con mucha alegría y profundidad, apoyadas con diferentes símbolos y gestos que nos ayudaron a hacerlas más participativas.
Fueron días para actualizarnos en los procesos misioneros de cada comunidad, a conocer de primera mano en qué consiste cada etapa gracias a las experiencias de aquellos que ya las han vivido. Días para compartir y fortalecer las amistades que la Misión ha creado entre los diferentes participantes. Días para la generosidad, el servicio, la oración y el aprendizaje común.
Especialmente fraternos han sido los momentos de la “bodeguilla”, de la “queimada” y de la visita cultural y religiosa a Covarrubias y a Santo Domingo de Silos donde, además de hacer una lectura evangélica del célebre claustro, pudimos celebrar la Eucaristía junto a la tumba del santo.
Con este encuentro el Cesplam ponía fin a un buen curso misionero, aunque la misión no había terminado aún ya que algunos de sus miembros continuarían de Misión en Perú o con los Jóvenes en Granada.
Damos gracias a Dios a todos lo que participaron en el XVI Encuentro Misionero, a la Comunidad de El Espino que siempre nos acoge con gran amabilidad, al P. Provincial que también se hizo presente, y de modo especial a las laicas Carmen y Pilar que siempre están dispuestas para acoger y colaborar en la Misión.
Miguel Castro