REZAR EN CUARESMA – 1 abril 2014.

REZAR EN CUARESMA – 1 abril 2014.

Canto: El Señor es toda mi fuerza.

PRIMERA LECTURA: Ezequiel 47, 1-9. 12
En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante – el templo miraba a levante -. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.
Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante.
El agua iba corriendo por el lado derecho.
El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia levante. Midió mil codos y me hizo atravesar las aguas: ¡agua hasta los tobillos!
Midió otros mil y me hizo cruzar las aguas:¡agua hasta las rodillas!
Midió otros mil y me hizo pasar: ¡agua hasta la cintura!
Midió otros mil. Era un torrente que no pude cruzar, pues habían crecido las aguas y no se hacía pie; era un torrente que no se podía vadear.
Me dijo entonces: – «¿Has visto, hijo de Adán?»
A la vuelta me condujo por la orilla del torrente. Al regresar, vi a la orilla del río una gran arboleda en sus dos márgenes.
Me dijo : – «Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.
A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.»
Palabra de Dios.
 
SALMO  45
ANTÍFONA: El Señor de los ejércitos está con nosotros,  nuestro alcázar es el Dios de Jacob
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra.
ANTÍFONA: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob
 
LECTURA DEL EVANGELIO: Juan 5,1-3.5-16:
En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
– «¿Quieres quedar sano?»
El enfermo le contestó:
– «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado.»
Jesús le dice:
– «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.»
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
– «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla.»
Él les contestó:
– «El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar.»
Ellos le preguntaron:
– «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?»
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
– «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor.»
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
Palabra del Señor.

PETICIONES:

  • Por las personas que se sienten paralizadas por sus temores y por su falta de arrojo.
  • Por los que sufren limitaciones físicas o psíquicas, para que con la solidaridad y la justicia de todos hagamos desaparecer las barreras que impiden su integración en la sociedad.
  • Para que estemos atentos para responder a quien nos pide el impulso de una sonrisa, de una palabra, de un apoyo que le ayude a salir del desánimo, problema o necesidad que le paraliza.

PADRE NUESTRO.
 
AVE MARÍA.
 
COMPROMISO: Di la verdad con amor. La verdad no tiene por qué ser cruel. Ten tacto para decirla.

ORACIÓN FINAL.
Dame Señor, tu mano guiadora.
Dime dónde la luz del sol se esconde.
Donde la vida verdadera.
Dónde la verdadera muerte redentora.
Que estoy ciego, Señor,
que quiero ahora saber.
Anda Señor, anda, responde
de una vez para siempre. Dime dónde
se halla tu luz que dicen cegadora.
Dame, Señor, tu mano. Dame el viento
que arrastra a Ti a los hombres desvalidos.
O dime dónde está, para buscarlo.
Que estoy ciego, Señor. Que ya no siento
la luz sobre mis ojos ateridos
y ya no tengo Dios para adorarlo.
López Gorge, J.