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Isaías 42, 1-4. 6-7. Esto dice el Señor: «Mirad a mi siervo a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no...

Isaías 60, 1-6. ¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor y su gloria se verá sobre ti. Caminarán los pueblos a tu...

Eclesiástico 24, 1-2. 8-12 La sabiduría hace su propia alabanza, encuentra su honor en Dios y se gloria en medio de su pueblo. En la asamblea del Altísimo abre su boca y se gloria ante el Poderoso. «El Creador del universo me dio una orden, el que me...

Números 6, 22-27. El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos, esta es la fórmula con la que bendeciréis a los hijos de Israel: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor....

Eclesiástico 3, 2-6. 12-14. El Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos. Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros. Quien honra a su...

Isaías 52, 7-10 Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sion: «¡Tu Dios reina!» Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor,...

Miqueas 5, 1-4a. Esto dice el Señor: «Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemoriales. Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que...

Sofonías 3, 14-18. Alégrate, hija de Sión, grita de gozo, Israel, regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén. El Señor ha revocado tu sentencia, ha expulsado a tu enemigo. El rey de Israel, el Señor, está en medio de ti, no temas mal...

Génesis 3, 9-15.20. Después de comer Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo: «¿Dónde estás?» Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí». El Señor Dios le replicó: «¿quién te informó de que estabas desnudo?,...

Baruc 5, 1-9. Jerusalén, despójate del vestido de luto y aflicción que llevas, y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te concede. Envuélvete ahora en el manto de la justicia de Dios, y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del...