Alegría y simplicidad de corazón

Alegría y simplicidad de corazón

(Foto: Taizé)

“Cada comida debería ser un ágape en el que se realiza nuestro amor fraternal en la alegría y simplicidad del corazón” (Hechos 2, 46).

El momento de silencio, dispuesto a veces durante las comidas, aporta un refrigerio a tu fatiga o comunión en la oración a favor del compañero que, contigo, come el mismo pan.

Que los hermanos encargados del servicio de la mesa faciliten, por su vigilancia, la paz de la comida.

(‘La Regla de Taizé’, editorial Perpetuo Socorro).